Breve historia
Dios tiene planes y quiere usarnos
El quiere compartir con nosotros la carga de su corazón por su mundo y su gente… y quiere que seamos parte comprometida en su plan redentor para todas las naciones.
Desde los primeros años de mi conversión, Isaías 54 había sido inspirador por sus palabras de aliento y animo que resaltan en todo el capitulo, y aunque las palabras “ensanchan, extiende, refuerza” del verso 2, tienen un amplio sentido, solo podía interpretarlo a través de mi pequeña visión individualista. Cada vez que preguntaba al Señor ¿Qué quieres que haga? El texto de Lucas 8 de las mujeres que servían a Jesús con sus bienes venia a mi corazón, mi corto entendimiento decía. ¿Qué tengo que hacer? ¿Vender mi heladera y dar el dinero a algún misionero? Ya que era uno de mis pocos bienes…
Así que Dios preparo un tiempo de sanidad y revelación donde él le daría el verdadero sentido y espíritu en que su palabra fue escrita. Conocer a Dios es la experiencia más excitante de la vida. Descubrir su paternidad su carácter justo y santo, verlo en su majestad, sana y enciende el corazón más duro y da coraje para entregarnos a su obra y ser sus discípulos. El nuevo concepto de Dios transformo toda mi vida.
Un pedido sugestivo
Corría el año 1991 “estoy orando por 45 mujeres que se comprometan con 10 pesos por mes para sostenerme en el campo” fueron las palabras de Silvia N. mientras almorzábamos en mi hogar. Ella era misionera entre musulmanes “sostenida por cuervos” .En los primeros años de su ministerio, volvió a su lugar de trabajo ¡pero dejo las 45 mujeres dando vuelta por toda la casa! Ellas estaban en la cocina, lavando los platos, limpiando el baño, y aun durmiendo. Las palabras de Dios habladas a mi corazón por tantos años comenzaron a tomar forma y sentido. “ensancha el sitio de tu tienda…” Dios estaba hablando a su iglesia nacida en el calvario. Esta mujer antes estéril, ahora daría muchos hijos, por cuanto tenía marido y esta descendencia poseería las naciones, debería extenderse sin límites…
Y las mujeres que servían a Jesús con sus bienes eran muchas y de diferentes trasfondos sociales, es que Jesús tenía su propio “club de fans” ¿Cómo no admirarlo y seguirlo? El vino a devolverle la dignidad a la mujer.
Ahora tenía otro problema…
Donde estaban las 45 mujeres?
El primer contacto fue desalentador a la vez que instructivo, y preparo el camino para entender que no todos los que escuchan de una visión correrán y serán parte.
Ante la propuesta de ser una de las 45, esta fue la respuesta:
-No quiero hacer nada fuera de mi iglesia
- Que cada iglesia sostenga sus propios misioneros
- Si Dios envió al misionero El lo va sostener
- Lo mío es evangelístico.
Así que con algo de frustración pensé: Ya lo intente… ¿Pero quién puede resistir los tiernos llamados del Espíritu Santo? El ya había preparado corazones y uno de ellos fue el de Ana Alaniz, leal amiga… solo faltaban 43 mujeres más.
Fueron algunos meses de oración hasta que el 11 de noviembre de 1992 tuvimos nuestra primera reunión de amigas comprometidas con Silvia Nadal, quienes habíamos tomado compromiso de oración y financiero. Éramos 11 mujeres. Allí también estaba Claudia Bustamante, por primera vez, quien tenía un grupo de oración en su casa, y sin proponérnoslo mucho vimos como el Espíritu Santo llevaba a cabo la respuesta de la oración de Silvia que había nacido en el corazón de Dios.
Nuestra sorpresa fue cuando cierto día vino una mujer diciendo: ¿Y no tienen otro misionero que necesite para que yo pueda participar…? Ensánchate!!! Extiéndete!!! No te limites!!! Había dicho Dios.
Se formaron grupos de oración y levantamiento de finanzas. La ayuda salió para varias familias y misioneros solteros en diferentes partes del mundo.
Sorprendidas veíamos a Dios obrar… El es asombroso y usa gente común!
Palabras de gratitud
Primeramente a Dios por “meternos” en su plan y hacernos disfrutar del trabajo aunque a veces fue con lágrimas.
A personas como Mirta Sivak, entusiasta, quien estuvo en los principios ayudándonos.
A Ethel Rodríguez, incansable luchadora mujer de oración, quien nos recibió en su casa tantas veces, amaso panes para nosotras y nos contagio con su frescura en Dios.
Alejandro Rodríguez, director de Juventud con una misión en Argentina, quien nos animo a formar el Ministerio RAIM e invirtió de su valioso tiempo a estar con nosotras y enseñarnos. A marta, su esposa, por prestárnoslo; y a tantos otros que de una u otra forma fueron parte de los hilvanes de Dios, a todos… muchas gracias.
Viendo como Dios ve
Para ser eficaces en nuestro servicio a Dios, debemos ver desde su perspectiva. Nosotros decimos somos argentinos. Los chilenos dicen: somos chilenos… americanos, africanos. Delimitamos nuestro territorio, tenemos fronteras, decimos: “esta es nuestra nación, nuestro país, nuestra tierra” Dios dice: “mía es la tierra y su plenitud; el mundo y los que en el habitan”.
Nosotros decimos somos pentecostales, bautistas, libres, etc. Etc. Pero como nos ve Dios? El nos ve como un todo, una nación.
1Pedro 2:9 “Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios…” y cuando no vemos de esta manera frustramos el propósito para el cual fuimos llamados.
Como interpretamos Éxodo 19:5? “Ahora pues, si diereis oído a mi voz y guardares mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos, porque mía es toda la tierra” Israel creyó que solo ellos eran el especial tesoro de Dios y se guardo para sí mismo la bendición que le pertenecía a las naciones, pero Dios les estaba diciendo: “en el tesoro que son todas las naciones, tu eres la piedra especial por cuanto guardas mis leyes y mis mandamientos, eres el ejemplo para bendecir a todas las naciones”
En esta hora clave el llamado de Dios a ensancharse sin límites está sonando más fuerte. El clamor de los pueblos, tesoro de Dios, que todavía no han sido alcanzados están esperando escuchar la buena noticia.
Seremos capaces de unidos cooperar bajo un mismo Padre, una sola bandera y un mismo espíritu, para ser luz a las naciones?
¡Hagámoslo en su poder!
Naty Krikorian
¿Quieres ser una de estas mujeres?
Escribinos a: [email protected]
Dios tiene planes y quiere usarnos
El quiere compartir con nosotros la carga de su corazón por su mundo y su gente… y quiere que seamos parte comprometida en su plan redentor para todas las naciones.
Desde los primeros años de mi conversión, Isaías 54 había sido inspirador por sus palabras de aliento y animo que resaltan en todo el capitulo, y aunque las palabras “ensanchan, extiende, refuerza” del verso 2, tienen un amplio sentido, solo podía interpretarlo a través de mi pequeña visión individualista. Cada vez que preguntaba al Señor ¿Qué quieres que haga? El texto de Lucas 8 de las mujeres que servían a Jesús con sus bienes venia a mi corazón, mi corto entendimiento decía. ¿Qué tengo que hacer? ¿Vender mi heladera y dar el dinero a algún misionero? Ya que era uno de mis pocos bienes…
Así que Dios preparo un tiempo de sanidad y revelación donde él le daría el verdadero sentido y espíritu en que su palabra fue escrita. Conocer a Dios es la experiencia más excitante de la vida. Descubrir su paternidad su carácter justo y santo, verlo en su majestad, sana y enciende el corazón más duro y da coraje para entregarnos a su obra y ser sus discípulos. El nuevo concepto de Dios transformo toda mi vida.
Un pedido sugestivo
Corría el año 1991 “estoy orando por 45 mujeres que se comprometan con 10 pesos por mes para sostenerme en el campo” fueron las palabras de Silvia N. mientras almorzábamos en mi hogar. Ella era misionera entre musulmanes “sostenida por cuervos” .En los primeros años de su ministerio, volvió a su lugar de trabajo ¡pero dejo las 45 mujeres dando vuelta por toda la casa! Ellas estaban en la cocina, lavando los platos, limpiando el baño, y aun durmiendo. Las palabras de Dios habladas a mi corazón por tantos años comenzaron a tomar forma y sentido. “ensancha el sitio de tu tienda…” Dios estaba hablando a su iglesia nacida en el calvario. Esta mujer antes estéril, ahora daría muchos hijos, por cuanto tenía marido y esta descendencia poseería las naciones, debería extenderse sin límites…
Y las mujeres que servían a Jesús con sus bienes eran muchas y de diferentes trasfondos sociales, es que Jesús tenía su propio “club de fans” ¿Cómo no admirarlo y seguirlo? El vino a devolverle la dignidad a la mujer.
Ahora tenía otro problema…
Donde estaban las 45 mujeres?
El primer contacto fue desalentador a la vez que instructivo, y preparo el camino para entender que no todos los que escuchan de una visión correrán y serán parte.
Ante la propuesta de ser una de las 45, esta fue la respuesta:
-No quiero hacer nada fuera de mi iglesia
- Que cada iglesia sostenga sus propios misioneros
- Si Dios envió al misionero El lo va sostener
- Lo mío es evangelístico.
Así que con algo de frustración pensé: Ya lo intente… ¿Pero quién puede resistir los tiernos llamados del Espíritu Santo? El ya había preparado corazones y uno de ellos fue el de Ana Alaniz, leal amiga… solo faltaban 43 mujeres más.
Fueron algunos meses de oración hasta que el 11 de noviembre de 1992 tuvimos nuestra primera reunión de amigas comprometidas con Silvia Nadal, quienes habíamos tomado compromiso de oración y financiero. Éramos 11 mujeres. Allí también estaba Claudia Bustamante, por primera vez, quien tenía un grupo de oración en su casa, y sin proponérnoslo mucho vimos como el Espíritu Santo llevaba a cabo la respuesta de la oración de Silvia que había nacido en el corazón de Dios.
Nuestra sorpresa fue cuando cierto día vino una mujer diciendo: ¿Y no tienen otro misionero que necesite para que yo pueda participar…? Ensánchate!!! Extiéndete!!! No te limites!!! Había dicho Dios.
Se formaron grupos de oración y levantamiento de finanzas. La ayuda salió para varias familias y misioneros solteros en diferentes partes del mundo.
Sorprendidas veíamos a Dios obrar… El es asombroso y usa gente común!
Palabras de gratitud
Primeramente a Dios por “meternos” en su plan y hacernos disfrutar del trabajo aunque a veces fue con lágrimas.
A personas como Mirta Sivak, entusiasta, quien estuvo en los principios ayudándonos.
A Ethel Rodríguez, incansable luchadora mujer de oración, quien nos recibió en su casa tantas veces, amaso panes para nosotras y nos contagio con su frescura en Dios.
Alejandro Rodríguez, director de Juventud con una misión en Argentina, quien nos animo a formar el Ministerio RAIM e invirtió de su valioso tiempo a estar con nosotras y enseñarnos. A marta, su esposa, por prestárnoslo; y a tantos otros que de una u otra forma fueron parte de los hilvanes de Dios, a todos… muchas gracias.
Viendo como Dios ve
Para ser eficaces en nuestro servicio a Dios, debemos ver desde su perspectiva. Nosotros decimos somos argentinos. Los chilenos dicen: somos chilenos… americanos, africanos. Delimitamos nuestro territorio, tenemos fronteras, decimos: “esta es nuestra nación, nuestro país, nuestra tierra” Dios dice: “mía es la tierra y su plenitud; el mundo y los que en el habitan”.
Nosotros decimos somos pentecostales, bautistas, libres, etc. Etc. Pero como nos ve Dios? El nos ve como un todo, una nación.
1Pedro 2:9 “Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios…” y cuando no vemos de esta manera frustramos el propósito para el cual fuimos llamados.
Como interpretamos Éxodo 19:5? “Ahora pues, si diereis oído a mi voz y guardares mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos, porque mía es toda la tierra” Israel creyó que solo ellos eran el especial tesoro de Dios y se guardo para sí mismo la bendición que le pertenecía a las naciones, pero Dios les estaba diciendo: “en el tesoro que son todas las naciones, tu eres la piedra especial por cuanto guardas mis leyes y mis mandamientos, eres el ejemplo para bendecir a todas las naciones”
En esta hora clave el llamado de Dios a ensancharse sin límites está sonando más fuerte. El clamor de los pueblos, tesoro de Dios, que todavía no han sido alcanzados están esperando escuchar la buena noticia.
Seremos capaces de unidos cooperar bajo un mismo Padre, una sola bandera y un mismo espíritu, para ser luz a las naciones?
¡Hagámoslo en su poder!
Naty Krikorian
¿Quieres ser una de estas mujeres?
Escribinos a: [email protected]